sábado, 5 de enero de 2019

El paisaje fortificado



«Es como si se tratase de un paisaje fortificado» ̶ pensó Norte, a medida que se acercaba a la entrada que se abría en el enorme talud de tierra de más de cuatro metros de altura que se alzaba frente a él. Una formidable defensa que rodeaba la acrópolis central, el lugar en el que grupos de castrexos vivieron al menos desde los siglos II al V de nuestra era.

Y es que, encaramado a un outeiro, el castro de Viladonga presidia una enorme extensión de la Terra Cha en la provincia de Lugo, un paisaje dominado y articulando por aquel asentamiento durante casi quinientos años.


Un poblado autosuficiente, construido en una zona productiva, cuyos moradores conformaron su estilo de vida en la que la producción agrícola, la caza, la ganadería y el comercio, acompañados de una gran dosis de racionalidad,  hicieron de esa comunidad un elemento más del paisaje.


Un recinto con construcciones que mantienen una estrecha relación espacial pero que al mismo tiempo conservan aspectos utilitarios diferenciados, de tal forma que cada vivienda es un microcosmos espacial y económico específico.


Un modo de vida que se mantiene durante siglos y que, sin embargo, la romanización produce su lenta dilución; como si se tratase de una larga “digestión” de su cultura y de su estructura social y económica hasta su desaparición.

Al mismo tiempo se produce un arrollador e irresistible cambio que se refleja en la construcción de un nuevo paisaje… porque, mientras tanto, a tan solo a 30 Km Lucus Augusti crecía como ciudad.


2 comentarios:

  1. ¿Sabes Norte? La estructura que ha quedado de los castros gallegos me recuerda muchísimo a las realizadas por los viticultores de Lanzarote para proteger sus vides del viento. Aunque me puedo hacer una idea de cómo fueron estas casas en su época de esplendor. Lo más impresionante es lo bien conservadas que se encuentran las ruinas de los lugares arqueológicos en Galicia y, lo mejor, que no es lugar para turismo de masas.
    Tengo que ir planteándome seriamente una ruta por los castros de Galicia.
    Un saludo!!!!

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  2. No te creas Macarena, no oro todo lo que reluce. La acidez de las tierras en Galicia hace que los restos orgánicos se conserven mal,... también muchos castros han sido saqueados. Con referencia a las estructucturas de los viticultores canarios sí, tienes razón los cimientos de las antiguas casas castrexas recuerdan a las estructiras vitivinícolas de Lanzarote, por cierto un paisaje realmente hermoso! Muchas gracias por tu tiempo!

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