miércoles, 17 de abril de 2019

Saturno no estaba en Capricornio...


“La última vez que Saturno estuvo en estación retrógrada en el vigésimo primer grado (20°) de Capricornio fue en 1666, el año del Gran Incendio de Londres. Saturno está ahora en el mismo grado y entrará en estación retrógrada el 29 de abril. Y trágicamente, tenemos un incendio en Notre Dame”

Nada más acabar de leer la noticia en la prensa digital, en el rostro de Norte se dibujó una muestra de disgusto. Cada uno es muy libre de pensar lo que le venga en gana, pero de ahí a achacarle a un planeta como Saturno la responsabilidad de un incendio como el de Notre Dame, eso era mucho para él.


Y es que a  pesar de haber transcurrido casi dos años desde la última vez que  había estado allí, todavía recordaba con toda nitidez los bellísimos días de otoño que pasó en la capital francesa. Paris es hermosa en cualquier época del año pero, para él, el otoño en esa ciudad es mágico.


Los atardeceres se tiñen con una luz especial, el frescor de la tarde invita a refugiarse en las terrazas más abrigadas y los árboles de las avenidas comienzan a teñirse de tonos amarillos. Es entonces  cuando, entre las sombras del atardecer, se pueden intuir los andares toscos de Quasimodo por los tejados de la  catedral, confundido entre las gárgolas y las quimeras.


Ahora con los dos tercios de la techumbre de la catedral arruinados por el fuego, Norte deseó que, entre los escombros de la tragedia, los bomberos no encontrasen los cuerpos calcinados de Quasimodo y Esmeralda.


Dio otro sorbo a su café y continuó leyendo la noticia y, casi al instante, una sonrisa socarrona comenzó a dibujarse en su rostro. Y es que un astrónomo, esta vez de verdad, puntualizaba la afirmación anterior... y respiró tranquilo: “Saturno no está en Capricornio ahora ni el 29 de abril”.


Ahora solo quedaba esperar,… y desear que Quasimodo pueda volver a tañer las campanas de catedral muy pronto.

viernes, 5 de abril de 2019

Allí donde fueres...



«... haz lo que vieres»   ̶ recordó Norte el refrán tantas veces repetido, al tiempo que en su rostro se dibujaba una sonrisa nada más entrar en aquel templo a la comida rápida.

Él, que había nacido en Galicia, una tierra en donde los pescados y los mariscos presumen de una más que merecida fama, un lugar en el que comer es casi una religión y dónde, tratándose de comida, siempre es mejor que sobre que falte, no podía dejar de probar una de las especialidades gastronómicas más famosas de Boston. Se trata del Lobster Roll, la particular forma que los bostonianos tienen de desgraciar un bogavante preparándolo en un bocadillo de pan dulce con mantequilla, con apio, mayonesa y especias.


No sin cierto pesar, Norte se dirigió a Quincy Marquet, visita obligada a un antiguo mercado de productos frescos construido en 1824 y que ha sido reconvertido en una galería con un sin fin de puestos de comida lista para llevar.


Ríos de gente en busca de su hot dog preferido, de su pizza más elaborada o de fish and chips, hamburguesas,... y todo tipo de dulces que conforman la oferta gastronómica de Quincy Market,... todo un mundo de calóricos sabores.  



Así que, dispuesto a darle significado una vez más al famoso dicho “allí donde fueres haz lo que vieres”, Norte se dirigió a cumplir una de sus tradiciones siempre que se acercaba a esa ciudad,...

̶  I would like one Lobster Roll y malo será*, para que luego digan que los gallegos no somos optmistas.


*”Malo será”, expresión gallega que aunque no lo parezca, denota optimismo y que viene a decir que dentro de lo malo, algo saldrá bien.