No estaba previsto,... me gustan los finales abiertos,... pero quizás la culpa la tenga Josep Mª Panadés...
Si queréis refrescar la memoria podéis leer Subsistencia I pinchando AQUI
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Alarmado por el el ruido, volvió a revisar todos los indicadores pero ningún aviso, ninguna señal luminosa o sonora le advirtió de disfunción alguna en la nave. Todo parecía estar en orden.
Desconcertado hizo un rápido repaso mental sobre lo que podía estar sucediendo. Intentó visualizar uno a uno todos los complejos sistemas de la cápsula y una oscura sospecha se materializó en su interior, provocando una sensación de desasosiego que pronto se convirtió en pánico cuando intentó desenganchar el arnés que lo mantenía sujeto.
Intentó girar su cabeza para ver que sucedía en el compartimento trasero pero tan solo alcanzó a ver una pequeña parte. Aquel maldito traje apenas le permitía moverse.
De nuevo aquel zumbido sordo volvió a ponerlo en alerta, justo un instante antes de que la el sistema de propulsión dejara de funcionar. De pronto la ingravidez y aquel silencio atronador lo atenazaron de tal modo que cuando el sistema de su traje espacial que le alertaba del aumento de pulsaciones comenzó a sonar, no pudo evitar un sobrecogedor grito que retumbó en toda la nave.
Ahora sí, las luces del panel de control se iluminaron con destellos de color naranja y rojo y una alerta sonora convirtieron la pequeña cápsula en un infierno. Fue entonces cuando el comandante Alan Stanford se fijó en uno de los indicadores y confirmó su sospecha.
Manipuló el ordenador de abordo y, de inmediato, en la pantalla apareció la configuración de las células de energía de la nave. Aterrorizado comprobó que de las tres unidades, dos de ellas ni siquiera figuraban como instaladas y la tercera se encontraba en rojo con su nivel de energía a cero.
Derrotado, se incorporó ligeramente y pudo ver por la pequeña ventana de la escotilla de babor como la enorme nave nodriza que había abandonado no era más que un pequeño punto en el negro y profundo espacio.
Muy buena continuación, Norte. ¡Menuda situación tiene que afrontar tu protagonista! Me encanta como has concluído la historia. Esa última frase transmite con mucha sobriedad el desamparo enorme del personaje. Felicidades.
ResponderEliminarAsí es Marta, yo no lo habría definido mejor,... esa última frase concreta esa soledad del personaje y apunta su sombrío final...
EliminarGracias por tu tiempo!
Nos tienes en ascuas. ¿Se va a salvar el comandante Stanford? ¿o se va a perder en el espacio infinito? ¿Podrá dirigir la cápsula hacia alguna estación espacial que ande por ahí, como Sandra Bullock en "Gravity"?
ResponderEliminarCreo sinceramente que el comandante Stanford tiene sus horas contadas... ¿no te parece?
EliminarUn abrazo!
Vaya que fue bueno continuar el relato, ahora vemos la tension de la capsula, y subir sin los recursos necesarios es de humanos, la sorpresa que se llevo el protagonista.
ResponderEliminarY es que encontrarse con una cápsula de salvamento sin energía es mucho.... creo que el comandante Stanford no va a tener suerte...
EliminarUn abrazo!
No me atrevería a afirmar nada con este reto, pero creo que Stanford ha pasado a mejor vida ;). Lo que sí siento es que Norte ha sabido sacar su creatividad adelante, se ha divertido escribiendo y quizás esto sea un impulso para que en 2021 publique, ya con su nombre de pila, alguna de las dos novelas que tiene escritas y guardadas en el cajón. Un placer leerte y más con historias de ciencia ficción que me encantan.
ResponderEliminarAbrazos desde Marte!
No veas como se ha divertido Norte,... ahora que no podemos viajar esta es una fantástica de hacerlo,... aunque a veces corramos ciertos riesgos como nuestro comandante!
EliminarUn abrazo Miguel!
!Wao! Toño que genial te ha salido esta segunda parte, con mas suspenso y a la vez mas acción, bueno, la tiene muy difícil el comandante, parece imposible que pueda salir con vida de esta, un horrible y solitario final. Aunque nadie sabe si esa forma extraña de vida navega junto a su capsula y podría ser su tabla de salvación...
ResponderEliminarGracias por obsequiarnos el final de la historia como la concebiste.
Grata semana y feliz domingo.
Me temo que no Idalia, ... creo que nuestro comandante, tristemente ha llegado al fina de su misión jajaja.
EliminarFeliz de domingo,... que por ahí aun os queda un ratito!
Vaya, vaya, así que te picó el gusanillo de la continuación, ja,ja,ja. Pues me alegro, porque, además de poder disfrutar de una lectura placentera extra, nos hemos podido enterar del motivo de ese sospechoso ruido que yo interpreté, erróneamente, como procedente de un inquilino indeseado, je,je.
ResponderEliminarAdiós, capitán Stanford, buen viaje. Rezaremos una oración por usted. Pobre hombre.
Cuando he visto en el cine una secuencia como esta, en la que un tripulante queda a merced del espacio sideral, solo y sin posibilidad de retonro a la nave, he sentido una congoja difícil de explicar.
Le has dado a tu relato un final terrible, pero muy bueno.
Un abrazo.
Me dice Norte que el culpable de un final tan penoso para nuestro protagonista ha sido tú jajaja,... porque realmente lo tiene un negro,... ¿no te parece?
EliminarUn abrazo!
Una segunda parte estupenda, aunque yo aún me he quedado más intrigada que en la primera. Quiero pensar que al comandante le queda esperanza de salvarse, aunque él no lo sepa. En la ciencia-ficción todo es posible.
ResponderEliminarUna genial historia.
Me temo que nuestro esforzado comandante tiene sus horas contadas,... mientras dure el oxígeno,...
EliminarGracias por tu tiempo!
¡Muy buena continuación! Me encanta la cifi y cómo te está quedando el relato.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Norte.
Gracias Rocío. No tenía pensado darle continuidad pero es que el final parecía tan obvio que decidí darle una vuelta...
EliminarGracias por tu tiempo!
Hola Norte:
ResponderEliminarCon esta segunda parte has subido el tono del suspense, por lo que la historia crece en este aspecto tan importante para que el lector quiera conocer su desenlace.
Y llegados a ese punto final solo queda la soledad más aterradora del único sobreviviente de esta misión imposible destinado a una muerte segura.
¡Oh, qué triste final!
Pero lo mejor de todo ha sido tu empeño por seguir adelante con la historia, que ahora ya tiene un formato más extenso e interesante.
Me alegro de que lograras vencer el desafío y puedas permitirte deleitarnos con nuevas historias.
¡Feliz inicio de semana!
Las iniciativas de David nos permiten, entre otras cosas, salir de nuestra zona de confort,... lo que a Norte le viene como anillo al dedo ahora que los viajes están más restringidos. Gracias por tus tiempo y tus comentarios, e alegro de que te haya gustado!
EliminarMe ha encantado. Si la primera parte era buena, creando unas expectativas que valía la pena continuar, esta segunda parte es casi definitoria. Pocas o nulas posibilidades de que el comandante se salve. Y no solo te has limitado a narrar los hechos, los sentimientos del "condenado", sus miedos y sensaciones salen de la pantalla.
ResponderEliminarMuy bien Norte.
Lamentablemente opino como tú, y no doy un duro por el pellejo de nuestro querido comandante Stanford jajaja, solo espero que el final sea rápido e indoloro
Eliminar;-)
Gracias por tu tiempo!
Vaya pobre comandamente, se lo has puesto muy "chungo", no parece que tenga muchas posibilidades y eso le queda clarísimo a él y a nosotros.
ResponderEliminarMuy buena continuación.
Un abrazo
No, ciertamente creo que nuestro querido comandante lo tiene chungo.
EliminarMe alegro que te haya gustado y gracias por pasarte y comentar...
En la primera entrega, nada bueno parecía indicar que el comandante Alan saliera bien parado de la situación. En esta veo que los olvidos o manipulaciones en la tecnología, también pueden causa hasta la muerte. Se palpa el desamparo en él y, de alguna manera, esa soledad dentro de la nada y la oscuridad.
ResponderEliminarBuen trabajo, Norte. Toda una mini novela de ficción con la que he disfrutado, de seguro que la podías ampliar. Eres un todo terreno.
Un abrazo, y buen comienzo de semana.
Me temo Mila que esta vez perdemos a nuestro comandante,... ;-)
EliminarMuchas gracias por tu tiempo!
Eso es Norte, me alegro de que hayas continuado con la historia, y además, vaya historia. Si nos dejaste tirados de un acantilado ahora nos dejas en la inmensidad de la nada universal, casi nada. Muy bueno. Has sabido continuar con ese misterio durante la segunda entrega. En casa frase se masca la tragedia. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Pepe, lamentablemente creo que esta vez sí, nuestro comandante está en verdaderas dificultades...
Eliminar;-)
Un abrazo!
Pues si te gustan los finales abiertos (a mí también, aunque la curiosidad a veces me tienta demasiado), lo has conseguido. A pesar de esa continuación, el final sigue más abierto que antes, si cabe, y además queda también abierto el principio. Ninguna de mis preguntas del comentario de la primera parte se han respondido y, sin embargo, quedo muy satisfecha de este relato que nos has ofrecido en dos entregas.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un beso.
Sí, en efecto me gustan los finales abiertos aunque me temo que nuestro comandante esta vez lo tiene chungo.
EliminarGracias por tu tiempo Rosa!
El final del protagonista, aunque totalmente desesperanzador, conlleva algo de romanticismo, como si imaginar la muerte en mitad del espacio fuera, al fin y al cabo, un privilegio. Y como está abierto, siempre quedará una posibilidad para los que gustan de finales felices. Bien resuelto. Un abrazo
ResponderEliminarEn efecto,... es como un explorador que pierde su vida en el vano intento de saciar su curiosidad, de explorar terreno ignoto... y, además en efecto,... ese pequeño resquicio que deja el final, sin duda es suficiente como para agarrarse a él como un clavo ardiendo esperanzador.
EliminarGracias por tu tiempo y tus comentarios!
Pues ha sido muy buena idea, Norte, continuar con el relato, pese a que a mí me había gustado ya con el "continuará". No obstante, seguimos con la intriga del cercano final que se avecina y que no aventura buenos presagios.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Creo que nuestro querido comandante Stanford tiene sus horas contadas... y me parece que no te equivocas ;-)
EliminarUn abrazo!
Muy buena esta segunda parte y última parte creo entender por lo que comentas por ahí arriba.
ResponderEliminarEl comandante tiene las horas contadas pero seguro que y pasará a la historia de los viajes espaciales como un héroe.
Una aperta Toño.
Puri
LO segundo seguro Puri,... es más su nombre ya figura en lugar destacado en la galería de viajeros ejemplares de la compañía Starline ,... jajaja
EliminarCon respeto a si habrá una tercera parte,... eso no te lo puedo asegurar,... ya sabes ... esos finales abiertos ;-)
Buen fin de semana!
Sr. Baile del Norte, paso aquí para saludarle. Que esté muy bien.
ResponderEliminarGracias Don Alexander,... Un abrazo!
EliminarUfff... no sé si me quedo con la primera o la segunda parte. Se me quedó mal cuerpesito.
ResponderEliminarA mi también me gusta dejar ahí las cosas al aire, pero si el público lo pide...
Un besito
Estos personajes intergalácticos se merecen finales dramáticos,... ¿no crees?
EliminarBuen fin de semana!
Eso espero,... y es que se lo veo muy negro...
ResponderEliminarVa otro abrazo!
¡Hola, Norte! Bueno, bueno... en la primera parte nos quedamos elucubrando la presencia de un monstruoso polizón, pero el destino del comandante era aún peor. Porque esperar tu lenta muerte como una insignificante mota de polvo del universo, creo que apunta muy alto en la clasificación de muertes más espantosas. Me trajiste a la mente las escenas iniciales de Endgame, cuando Tony Stark se despide de la señorita Potts dejando un mensaje en el casco de Iron Man. También esa escena de infinita soledad de 2001. Un tremendo final. ¡Reto doblemente superado! Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarMuchas veces he pensado en la precaria situación de los astronautas,... con un delicado vínculo de vida que los une a la Tierra.
EliminarGracias por tu tiempo David!
Qué miedo, pobre comandante Stanford. Con el tiempo en contra y resulta que la nave de pronto ya no tiene energía. Espero ver cómo sigue la historia. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que a nuestro querido y valiente comandante Stanford no le queda mucho,...
EliminarGracias por tu tiempo Cyn!
¡Hola! Aquí vengo a ver cómo sigue la historia y apaciguar mi intriga sobre qué asustó tanto al comandante Alan Stanford. Me gusta mucho cómo cuentas esta segunda parte, se ve claramente definida esa mezcla de terror y ciencia ficción que está intrínseca en la historia. La forma de describir la escena transmite toda la inquietud que está sufriendo el protagonista. Creo que has hecho bien en continuarla, pues te ha quedado un segundo micro muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Gracias por tus ánimos,... y es que como puedes ver a Norte le gustan los finales abiertos,... así que aunque en esta entrega nuestro querido capitán está un poco mas cerca de las muerte,... nunca se sabe ;-)
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